Es el contexto, estupido!

Traigo a colación este tema un tanto abstruso porque en el post que señala Nico hay varios problemas epistemológicos. Uno de ellos es que el testeo es diferente de la aplicación. Déjenme resaltarlo, porque es un mensaje importante:

El Testeo es diferente de la Aplicación

Sospecho que este es un punto que Friedman, en su artículo de 1953, no toma en cuenta. Cuando testeamos una hipótesis (o ley, o teoría) lo hacemos para ver si está justificada o no. Y en general esto se hace en circunstancias controladas, sea un laboratorio o en un modelo (aunque Nico se ponga nervioso, modelos y experimentos de laboratorio tienen una función parecida: ambos nos dice qué sucede si dejamos que una única variable opere aislada de otras. El lab aisla materialmente, y el modelo conceptualmente. Créditos a Nancy Cartwright) Cuando aplicamos una hipótesis (o ley, o teoría) lo hacemos con un fin completamente distinto. Queremos resutados prácticos, y muchas veces en circunstancias no controladas. En efecto, la aplicación suele ser en el mundo real, no en laboratorio.

Entonces, el testeo se hace con un fin cognoscitivo particular: saber si está «bien» afirmar que en el vacío los cuerpos caen a 9.8 m/seg2, o si está «bien» que la emisión monetaria genera inflación.

El lector atento habrá notado el uso de bastardillas en la expresión «en general». Esto es porque, como creo yo que señala Nico que dice Friedman, en economía no tenemos experimentos controlados.

Ok, un momento. Esto no es así! Al menos en el caso de la emisión monetaria-inflación. Dotemos a nuestros atribulados alumnos y alumnas de papeles de colores que representen «dinero», y dejémoslos transar libremente (ejemmm…) «bienes» hasta que luego de algunas iteraciones se genere un «precio» de equilibrio. A continuación, dupliquemos la dotación de «dinero», y veamos qué sucede con el nivel general de «precios». Listo, experimento controlado, Friedman en esta se equivocó. Se pueden hacer experimentos controlados en economía (otro ejemplo menos controlado está en los Clubes de Trueque que florecieron fugazmente tras la hecatombe 2001. El «dinero» que utilizaban era fácil de falsificar -los que pude ver en persona no eran sino simpáticos bonitos de colores- y rápidamente los «precios» comenzaron una escala ascendente hasta que etc)

Bueno, pero qué me dice el aula o el laboratorio del mundo real? Si encontramos en el aula que la emisión genera inflación, puedo aplicar este conocimiento al mundo real? Ops… Con esta pregunta estamos dando un paso en el desconocido campo del Contexto de Aplicación, muy lejos de la zona de confort filosófica. La pregunta es entonces cómo aplicamos el conocimiento testeado en circunstancias excepcionales (aulas o laboratorios o modelos)  al mundo ordinario, donde no rigen esas circunstancias y en general las ceteris no permencen paribus.

Muchos lo llaman el problema de la Validez Externa. Y resaltemos que es un problema tanto para la física como para la economía. Siempre el conocimiento se testea en condiciones muy artificiales, y entonces no es obvia la relación con el mundo real. En particular, no se sigue que, porque hayamos testeado exitosamente la ley de caída de los graves (en lab., replicando el vacío y viendo que todos los cuerpos caen igual: hay videos en youtube, inesperadamente aburridos), esto nos proporciona tout court información de lo que sucede con los cuerpos en circunstancias «reales», donde no existe el vacío.

Más en el próximo…

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